viernes, 26 de noviembre de 2010

Nena, yo no voy a ser un Superhombre

La frase atribuida a Gustavo Cerati tiene mucha verdad. La idea fue desarrollada en su momento por Friedrich Nietzsche, quien en buena hora definió lo siguiente:

"Lo grande del hombre es que es un puente, y no una meta; lo que se puede amar en el hombre es que es un tránsito y un acabamiento (Ein Ebergang und ein Untergang). Yo amo a los que no saben vivir sino como extinguiéndose, porque esos son los que pasan al otro lado."

Muchas cosas cruzan por un puente. Tal vez es un cruce que dura toda una vida, sino es que el puente se rompe. En algún momento también hay viento, buscás refugio y esperás el otro día para volver a salir.

Los puentes se cruzan y la gente se conecta. Incluso se puede invitar a alguien a que camine junto a vos. No obstante, cada uno tiene su propio puente, del material que esa persona eligió. Lo fantástico es que no se crean por generación espontánea. No. Es la voluntad de dos personas para empezar los cimientos ("cruza el amor por el puente"), y es hasta la adolescencia de ese ser humano que las dos personas subsidian esa vida.

En fin... la imagen que les dejo es de la película que se hizo a partir del clásico de Isaac Asimov, Yo Robot. Me parece muy representativo de hasta donde se puede llegar...

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