Justo me estoy quedando afonico en el momento que tengo tanto para decir... será la lluvia que me quiebra la garganta? Esta humedad incípida que me seca las palabras... por suerte mis dedos recorren este espacio plástico que sirve como vía de escape para que fluya más de una idea, un verbo y algo de la llamada coherencia. No es que esté pensando específicamente en algo concreto, puntual y digno de ser escuchado o repetido.
La simple sensación de tener la libertad de poder soltar el verbo, así... sin miedo... a una palabra... como tirar una piedra al agua y que se vaya hundiendo. Segura, pesada y concreta.
Es que acaso no tenemos el coraje para decirlas?
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